jueves, 26 de noviembre de 2009

Mi domingo






Me encantan las mañanas del último día de la semana, despierto cuando a mis ojos se les da la gana de ver la luz, esos rayitos que se asoman entre las figuras de la sabana que convertí en cortina y prometí cambiar hace unos meses ¿pero para qué? si es que hay algunas cosas que nacen para algo y terminan sirviendo para otra cosa. El destino está ahí, incluso cuando hablamos de sabanas y ventanas.

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